Buddy Guy – “Living Proof” (Jive Records, 2010)

Hace una década, Buddy Guy nos mostró que podía romper con todos los paradigmas del blues y nos mostró un delta blues pesado, se podría decir que una mezcla de blues con grunge, en “Sweet Tea”. Hace dos años nos hizo escuchar que llevaba el blues muy profundo en la piel y ahora nos muestra que tiene 74 años de juventud y que es una prueba viviente del blues. No sé cómo lo logra, pero tiene un sonido clásico y a la vez moderno, su guitarra sigue sonando igual que la primera vez, cuando con esas notas agudas ayudó a formar el estilo del lado oeste de Chicago junto a Otis Rush.
El disco comienza con un notable trabajo acústico, que poco a poco va abriendo los oídos del oyente para ingresar hasta lo más profundo con toda la fuerza y velocidad de su guitarra eléctrica, “74 Years Young” se llama la canción inicial y realmente es una prueba fehaciente de que los años no le han llegado a Buddy Guy. Puede ser que por su edad ya tenga que usar tenis para caminar pues no soporta los zapatos con suela dura, pero sus manos siguen moviéndose a una velocidad increíble, como bien se puede apreciar en “Thank Me Someday”, en “Living Proof” o en cualquier tema de este álbum. Realmente Buddy Guy es el indestronable Rey del Blues de Chicago, logra encajar de forma futurista ese sonido que lo ha caracterizado mostrando que puede adaptarse a otros estilos con facilidad sin ser eclipsado, como es el caso del típico sonido meloso de B.B. King, con quien interpreta “Stay Around A Little Longer”, o el del blues con influencia latina de Santana, quien participa en “Where The Blues Begins”.
No se puede dejar a un lado a los músicos acompañantes. Se saben mover muy bien dentro de los terrenos de Mr. Guy y hacen suyos cada uno de los temas. Las guitarras de David Grissom, el bajo de Michael Rhodes, la batería de Tom Hambridge y los teclados de Reese Wynans (ex SRV & Double Trouble), veteranos en estas lides del blues, también hacen de las suyas en esta producción, explotando con cada compas que sale de la genialidad de Buddy Guy.
“Living Proof” puede ser tomado como una autobiografía de Buddy Guy, en todas las canciones hace guiños de lo que ha sido su vida en el blues, y se convierte también en una especie de testamento pues este guitarrista es el principal eslabón entre el blues clásico y el blues del futuro.