Andrew “Smokey” Hogg fue uno de los artistas más prolíficos y exitosos de su época. Aunque al inicio de su carrera no tuvo mucho éxito, fue después de la segunda guerra mundial que empezó a ser reconocido en el mundo del blues, gracias a que caló en muchos viejos fanáticos por su estilo que recordaba la música hecha antes del conflicto bélico. Hogg nació en Texas y su padre le enseñó a tocar guitarra y piano. Su familia estaba integrada por músicos, se dice que era primo de Lightnin’ Hopkins y de Texas Alexander, aunque estos datos no han podido ser comprobados. La música fue para Hogg, como para muchos otros artistas del sur de Estados Unidos, la vía perfecta para escapar de las labores del campo. Se dio a conocer en el circuito de Dallas, llamado por muchos de sus seguidores como Little Peetie Wheatstraw. De hecho, el sonido de Pettie Wheatstraw fue influencia definitiva para “Smokey” Hogg, al igual que el de Big Bill Broonzy y Black Ace. No en vano, dentro de sus mayores éxitos se encuentran dos canciones de autoría de Broonzy: “Long Tall Mama” y “Little School Girl”. “Who’s Heah” recoge las grabaciones de “Smokey” Hogg entre 1947 y 1954, son 30 canciones grabadas para diferentes sellos que permiten seguir la carrera de un músico que poco conocido a pesar de su enorme talento.
Historias del Blues 